[Verse] En la voz del gran Jefe, del otro lado del río, Cruzaba la nación, su palabra y desafío. Hablaba de la tierra, de respeto y corazón, De cuidar el suelo, nuestra única razón. [Verse 2] Decía al presidente, con voz fuerte y clara, Que la tierra no se vende, que la vida no se para. Cada árbol es sagrado, cada río un hermano, Que debemos protegerlos con amor en la mano. [Chorus] Escucha el canto del viento en la montaña, El susurro del bosque y de cada cabaña. Honremos la memoria, de la tierra y sus fieles, Que la voz del Jefe Seattle siempre alce sus laureles. [Verse 3] Las estrellas en el cielo, su luz eterna dan, Recuerdan que la tierra no es para dominar. Que somos parte de ella, no dueños ni reyes, Un ciclo sagrado, nuestras raíces y huellas. [Verse 4] Hablaba con tristeza, pero con esperanza, De un futuro mejor, y de nuestra alianza. Cuidemos cada hoja, cada piedra en el camino, Unidos en respeto, de lo pequeño y divino. [Chorus] Escucha el canto del viento en la montaña, El susurro del bosque y de cada cabaña. Honremos la memoria, de la tierra y sus fieles, Que la voz del Jefe Seattle siempre alce sus laureles.