La vida rebosa en secreto

Portador de mi sombra, me adentro en la reserva. No puedo creer, volver a estar aquí otra vez. Entre amplias llanuras y pastos, entre lagos y bosques. Mi alma rebosante se hincha y parece que va a explotar. Me oxigeno por completo, el sol y la brisa me acarician, allá va un Diente de León. Con los prismáticos recorro el territorio, a lo lejos diviso la Torre Forestal, cerca del lecho hermosas bestias y sus cornamentas. Casi no distingo las cumbres y minas. Que maravilla de la creación, te encoge el corazón. Las cabras montesas escalando casi en vertical, las marmotas abriendo su alimento, los osos moviendo arboles y gruñendo en la distancia. Cuesta de creer, es como un sueño. Colores primaverales, aromas almizcleros, la vida rebosa en secreto. Es un privilegio y una orquesta para mis sentidos hallarme aquí. Truenos y relámpagos mueven a las aves, se avecina la esperada lluvia. Con mi caballo busco un terreno elevado, hay una pared de roca horadada, perfecta para preparar un acogedor fuego y extender las bolsas y las mantas. Desde aquí continuo viendo todo, en silencio pasa un pequeño zorro. Arañas en la pared y algunas de sus magnificas telas, sus victimas titilan a la apacible brisa, que poco a poco va despertando y se le puede escuchar. Juraría haber escuchado a unos jabalíes protestando, no les gusta nada, lo que la naturaleza les anda preparando. Siento amor y orgullo por estas tierras, casi tanto como sus antiguos moradores emplumados y fieros. Saco la flauta y mientras se calienta el café, canto melodías indias al son de tan puro , delicado y bello instrumento. Los insectos deben de ser los que peor lo están pasando, todo se sacude húmedo y violento, para ellos. Para mi es otra magnifica tormenta que todo purifica y aún más si cabe, la belleza de la reserva incrementa. Una lechuza empapada se refugia conmigo, se agita el agua y vigila rotando la cabeza algo inquieta. No puedo pedirle más a la creación y el creador, mi corazón rebosa sincera felicidad. Bendita la naturaleza y su reino. Reine la paz en este paraíso infernal. Mucho ha de morir y transformarse para que la otra parte quede en paz.