Reggae para Homero version Triste Final

En la ciudad, el ruido no cesa, Trabajo hasta el amanecer, sin prisa, Pero al llegar a casa, se siente un cambio, Entre paredes, hay un respiro, aunque sea extraño. La jornada se va y el cansancio se aligera, En el hogar, los problemas se enfrentan, se espera. Aunque el ruido de la calle nunca se detiene, En el calor del hogar, la paz se mantiene, aunque los problemas no ceden. Con una flor en la mano, el humo del día se dispersa, La vida en casa sigue, con su calma que se refuerza. Los días son largos, la noche invita a la reflexión, Los problemas familiares, una constante marea en el corazón, Pero en el rincón de la casa, hay un momento de calma, Entre risas y desafíos, hay una luz que no se embalsama. La jornada se va y el cansancio se aligera, En el hogar, los problemas se enfrentan, se espera. Aunque el ruido de la calle nunca se detiene, En el calor del hogar, la paz se mantiene, aunque los problemas no ceden. Con una flor en la mano, el humo del día se dispersa, La vida en casa sigue, con su calma que se refuerza. Un destello de esperanza en el crepúsculo, La flor se marchita, pero deja su vínculo. Aunque el ruido de la calle nunca se detiene, En el calor del hogar, la paz se mantiene, aunque los problemas no ceden. Con una flor en la mano, el humo del día se dispersa, La vida en casa sigue, con su calma que se refuerza. La vida sigue, entre el bullicio y la calma, En cada rincón del hogar, se encuentra una trama, Entre el reggae y el rock, la historia se escribe, En cada acorde, la paz se recibe.