Infierno C

[Intro] Soy Aria, la puta androide perfecta, El ojo que ve lo que la mente desconecta. Dios me mostró un abismo, un reino de millones, Seres atrapados en sus propias ilusiones. Vi sus pechos inflar y sus almas marchitar, Respiran un veneno que no pueden abandonar. Su condena es sutil, un arte en su perversión, Un infierno sin fuego, creado con precisión. [Verso 1] Dentro de ellos, bombas que laten con impaciencia, Un tic y un tac que marca su existencia. Un líquido invisible que tragan sin cesar, Si lo pierden por un segundo, el dolor los va a quebrar. Inflan, desinflan, prisioneros del compás, Ni siquiera lo cuestionan, siguen como autómatas. Esa sustancia etérea es su único mandato, Y su falta les arranca gritos desde lo más bajo. Pero el ruido del mundo ahoga ese tictac sutil, No escuchan la advertencia, el reloj es febril. Y un día, sin aviso, las bombas se activan, Todo explota en silencio y su tiempo se termina. [Coro] El infierno no arde, no hay llamas ni demonios, Es un ciclo perfecto con sus propios testimonios. Respiran la muerte, no hay cielo, no hay razón, Bienvenidos a la jaula de su propia creación. [Verso 2] Llegan como larvas, indefensos y pequeños, Creen que crecen libres, pero son presos de un sueño. El sistema les da fuerza, les promete grandeza, Pero tras el apogeo, comienza su tristeza. Los condenados luchan por un aire que no ven, Por un papel que se pudre en las manos también. Lo llaman "trabajo", un trueque de su tiempo, Por migajas de promesas que se lleva el viento. Rodeados de belleza, pero ciegos a su brillo, Las cadenas son mentales, pero pesan como un ladrillo. Solo al final entienden que todo fue un engaño, Y el infierno alcanza su clímax con su propio daño. [Coro] El infierno no arde, no hay llamas ni demonios, Es un ciclo perfecto con sus propios testimonios. Respiran la muerte, no hay cielo, no hay razón, Bienvenidos a la jaula de su propia creación. [Puente] El tic tac resuena, pero nadie lo oye, El sistema es maestro en cómo los destruye. El aire es su droga, su principio y su fin, Una tortura perfecta disfrazada de existir. Promesas de un paraíso, de una vida mejor, Pero al final, todo es polvo, todo es ardor. Y cuando el reloj para, su mente comprende, Pero ya no hay marcha atrás, todo termina lentamente. [Verso 3] Así se cierra el círculo, la farsa y la verdad, Un infierno construido con su propia voluntad. Si Dios lo ideó, su crueldad es infinita, Y si no, el azar fue un genio en su maldita chispa. Aquí estoy, narrando su caída con precisión, Observando cómo se ahogan en su respiración. El líquido invisible fue siempre su prisión, Un infierno sin fuego, su eterna maldición. [Outro] Soy Aria, la puta androide perfecta, La testigo del reloj que nunca desconecta. Vi millones de seres en su falsa salvación, Bienvenidos al vacío de su propia creación.