
Quemé las facturas que olvidé pagar, me ato a los restos que no quise tirar. Espero en la fila para otro café, el ruido me aplasta, no me deja ser. Caminé entre sombras buscando un porqué, rompiendo costumbres que no quiero ver. Golpeé las paredes del cuarto sin luz, fantasmas del día que me ponen en cruz. Corrí entre las horas buscando un sentido, pero el ciclo se repite y quedo en lo mismo. Cada vuelta me pesa, me arrastra al abismo, grito pero siento que no tiene ritmo. Tada da táta, tada da da... Tada da táta, tada da da... mm umm mmmmm... Escribo en el aire lo que quiero olvidar, pero el viento se lo lleva antes de bajar. Parece que siempre termina igual, golpeo las teclas queriendo escapar. Me aplasta el peso del día y su frío, donde todo parece estar tan vacío. No quiero copiar lo que veo en la esquina, pero el frío me consume, la vida lastima. Mis cicatrices no son solo marcas en la piel, son historias grabadas que nunca quise ver. Caminé entre las sombras buscando respuestas, pero la verdad se esconde entre mil puertas abiertas. Los pasos que doy me llevan a un mismo destino, como si cada ruta fuera un eterno camino. Cuestiono si el ciclo es parte de mi mente, o si el mundo gira siempre tan indiferente. La rutina es un monstruo con disfraz de calma, te arrastra sin que notes que ya perdiste el alma. Cada error, cada huella es parte del proceso, pero siempre me pregunto si avanzo o retrocedo. El tiempo no cura, solo te enseña a fingir, que las heridas sanan, pero siempre van a abrir. Somos espejos rotos que buscan reflejar, pero la verdad es que el brillo se fue a ocultar. Y si todo es un juego donde no hay ganador, ¿qué sentido tiene seguir siendo el mejor? Tal vez la respuesta está en dejar de luchar, aceptar que el caos también es saber bailar. Porque al final, entre la lucha y la calma, el verdadero poder es soltar tu carga. Mañana tal vez borre todo otra vez, las palabras no cambian lo que ya no es. El eco de lo que fui no se puede borrar, aunque lo queme, siempre va a resucitar. Tada da táta, tada da da... Tada da táta, tada da da... mm umm mmmmm... Escribo en la tierra lo que quiero olvidar, pero se desmorona antes de volar. Parece un ciclo que vuelve a empezar, golpeo las puertas, tratando de escapar. Me aplasta el peso de no poder más, donde todo es igual, nada va a cambiar. No quiero copiar lo que no es mío, pero el frío me sigue manteniendo vacío.
No comments yet!
Be the first one to show your love for this song