(intro) (Vers 1) Quién es el Matador El Cordobés, quién es el torero Juan Belmonte, y quién es José Gómez Ortega? Quiénes son ellos en comparación con nuestro José? El gran sastre de la calle Mercator. (Verse 2) Ni siquiera el gran matador mexicano Rodolfo Gaona, Armillita, Fermín Espinosa, y Carlos Arruza, y los españoles Belmonte, Joselito, o Domingo Ortega, sin mencionar a Manolete Manuel Rodríguez, y el verdadero gran El Cordobés (Manuel Benítez Pérez) tuvieron la fuerza para trabajar noches como el señor José Loro, noches como el señor José Looorrro, el gran sastre de la calle Mercator, día y noche, bajo la lluvia y el calor abrasador de los largos días de verano, junto a la máquina de coser y el zumbido del ventilador en la ciudad cubierta de arena del Sahara. (chore) Quiénes son esos matadores en comparación con nuestro José y sus agujas, que no descansan ni de día ni de noche? Incansablemente cosiendo pantalones y chaquetas, abrigos y camisas, chalecos con cinco bolsillos y más. Viva nuestro José, el mejor sastre de lejos y más allá! ¡Por siempre y más! Viva nuestro José, el mejor sastre de lejos y más allá! ¡Por siempre y más! Viva nuestro José, el mejor sastre de lejos y más allá! ¡Por siempre y más! (Bridge) Ni el favorito, el señor El Juli, Julián López Escobar, pudo igualar la destreza de nuestro José. Sus manos, siempre en movimiento, crean con precisión y amor, como ningún otro matador en el ruedo podría. (chore) Quiénes son esos matadores en comparación con nuestro José y sus agujas, que no descansan ni de día ni de noche? Incansablemente cosiendo pantalones y chaquetas, abrigos y camisas, chalecos con cinco bolsillos y más. Viva nuestro José, el mejor sastre de lejos y más allá! ¡Por siempre y más! Viva nuestro José, el mejor sastre de lejos y más allá! ¡Por siempre y más! Viva nuestro José, el mejor sastre de lejos y más allá! ¡Por siempre y más! (end)